La doctora Mayver González, médica cirujana egresada con honores de la Universidad del Zulia (LUZ), se convirtió en la primera venezolana becada por la Universidad de Harvard, uno de los logros más inspiradores para los profesionales que han emigrado del país.
Desde Houston, Texas, donde actualmente reside, la marabina demuestra que los sueños sí se alcanzan con esfuerzo, disciplina y pasión por ayudar a los demás a través de la medicina.
González confesó al medio Venezolanos Ilustres que su mayor motivación es servir y crear impacto positivo en la ciencia médica.
“El poder ayudar a las personas a través de mi profesión, compartir mi conocimiento con los demás y demostrarme que todo se puede lograr si haces las cosas con el corazón. Quiero servir de ejemplo para aquellos jóvenes que en algún momento pensaron que no lo podían lograr”, destacó.
Su historia está marcada por sacrificios, decisiones difíciles y una determinación férrea. “Cuando la determinación de triunfar es lo suficientemente fuerte, el fracaso jamás te alcanzará”, repite como mantra la doctora, recordando que cada obstáculo en su camino la impulsó a crecer personal y profesionalmente.
Una historia de resiliencia y vocación
La pasión de Mayver González por la medicina nació desde niña. “Siempre lo supe, no me veía haciendo otra cosa más que ejercer medicina.

Para mí, la medicina es donde la ciencia se une al arte, donde la investigación se une a la creatividad”, expresó.
Cuando llegó el momento, la doctora González una vez graduada comenzó a adquirir experiencia desempeñando funciones como médica en varios centros asistenciales de Venezuela, el primero estaba a 30 minutos de la que era su residencia en Maracaibo, se trataba de un hospital rural donde estuvo solo seis meses.
Sin embargo, la meta de Mayver era seguir explorando todas las ramas de la medicina para tomar la decisión de elegir una en la cual especializarse. Para ello, estuvo en el internado rotatorio del Hospital Dr. Manuel Noriega Trigo de Maracaibo por dos años, lo que la ayudó a decidirse por Cirugía General y fue admitida por la Universidad Central de Venezuela (UCV), en el Hospital Dr. Domingo Luciani de Caracas, donde estuvo un año como residente en Cirugía General.
La experiencia de Mayver fue dura pero sin duda, tuvo un crecimiento tanto en lo personal como profesional, ayudándola a darse cuenta que su vocación no era la cirugía, por lo que abandonó el postgrado al finalizar ese primer año.
“En ese momento sentí que había fracasado. Luego, en busca de oportunidades y siguiendo mi sueño que es poder ejercer medicina en los Estados Unidos, fui contratada por una empresa que lleva por nombre One Spa World, trabajé como MediSpa abordo de cruceros que parten de Estados Unidos hacia todo el Caribe, esto lo hice por dos años, así pude ahorrar el dinero para pagarme mis estudios en Estados Unidos. Actualmente estoy en vía de obtener mi diploma que me acredita como Médico en este país y me postularé a final de año para obtener la especialización médica”, refirió Mayver.
“Fue una etapa difícil, tuve que salir de mi zona de confort, adaptarme a nuevas culturas y estar lejos de mi familia, pero me permitió cumplir mi sueño y ayudar a los míos”, recordó.
El esfuerzo rindió frutos. Hoy forma parte del programa Foundations of Clinical Research de Harvard, donde adquirirá herramientas para diseñar y analizar estudios científicos.
“Mi meta es crear investigación de calidad que contribuya con la ciencia médica y con las políticas sanitarias de mi país”, explicó con orgullo.

Un logro colectivo
González, además reconoce el valor de quienes la impulsaron: “Más que un logro personal, diría que es un logro colectivo. Es el esfuerzo de muchas personas que fueron clave en mi desarrollo personal y profesional, incluyendo mi familia y amigos que nunca dejaron de creer en mí”.
Foto: RRSS
Fiel admiradora de la científica Rita Levi Montalcini, Premio Nobel de Medicina, Mayver se identifica con su espíritu indomable: “A pesar de las dificultades, jamás se rindió y cumplió su sueño. Me inspira a seguir ese camino”.
Antes de concluir, dejó un mensaje poderoso a los jóvenes: “Si tienes una meta o un sueño, recuerda que las limitaciones solo te las pones tú. La medicina es una carrera de obstáculos, pero con perseverancia, dedicación y vocación, todo es posible”.