Venezuela, un país con una vasta riqueza natural y cultural, busca profesionalizar y enfocar su potencial turístico bajo una óptica moderna y responsable. En este contexto, la Universidad Metropolitana (UNIMET) anuncia el lanzamiento de la licenciatura en Turismo Sostenible, con una mención en Hospitalidad, para enero del año 2026.
Profesor Juan Carlos Guinand, director de la Escuela de Turismo Sostenible de la UNIMET
Fuente: unimet. edu.ve
Es una propuesta académica que busca formar a la próxima generación de gestores capaces de impulsar la actividad económica sin sacrificar el patrimonio.
En entrevista, Juan Carlos Guinand, director de la Escuela de Turismo Sostenible, destacó que la sostenibilidad no es una materia añadida, sino el eje transversal de todo el programa de estudios. Subrayó la característica que la diferencia de otras ofertas académicas previas en el país: “Es la primera carrera en el país de turismo sostenible”, remarcó.
Guinand explicó que el programa es una carrera integral de cuatro años (12 trimestres), diseñada para abordar las múltiples aristas de la industria. Además del foco en la preservación ambiental, el pensum integra áreas cruciales como la gestión empresarial, la legislación, la tecnología y el mercadeo digital. La creación de la carrera estuvo a cargo de un equipo fundacional conformado por profesores y empresarios: Jerome Lellouche, Alfredo Autiero y Rossana Rodríguez, Vanessa Courleander, Tachi Molina, Lucía Coll y José Manuel Hernández.
Un pensum adaptado a los desafíos globales
Guinand contó que la formación no solo se concentra en el potencial geográfico venezolano –que abarca ecosistemas caribeños, amazónicos, andinos y llaneros–, sino que prepara a los estudiantes para el mercado laboral global. La estructura académica enfatiza la gerencia y la hospitalidad, incluyendo una línea completa de idiomas y prácticas profesionales, lo que garantiza que los egresados estén listos para incorporarse al sector.
El director de la Escuela de Turismo Sostenible insistió en que los profesionales deben estar conscientes del impacto que genera el turismo masivo; y, por ello, el programa aborda el manejo de volúmenes de visitantes y la planificación. Enfatizó en qué es fundamental que los futuros licenciados entiendan el concepto de “overturismo” y busquen el equilibrio entre el desarrollo económico y el impacto social y ecológico. “No se puede estudiar turismo sin saber que existe una necesidad mundial global de entender el impacto que esta actividad hace”, indicó.
Al abordar el contexto nacional, Guinand enfatizó que la potencialidad de Venezuela es innegable y el país está obligado a abrirse. A pesar de las adversidades, la carrera proyecta una visión a futuro que busca que los graduados apoyen la apertura del país. Asimismo, la amplitud de la formación asegura que los egresados también posean las competencias necesarias para trabajar en cualquier parte del mundo. “Los jóvenes se gradúan con competencias y con conocimientos y con prácticas para trabajar donde quieran”, sostuvo.
La meta primordial de la UNIMET al concebir esta licenciatura, que se proyecta como una de las más innovadoras del país, es graduar profesionales líderes que sean agentes de cambio positivo. El plan de estudios persigue la formación de gestores con una sólida base científica, técnica y humanística, listos para planificar el desarrollo turístico no solo a nivel empresarial, sino también con una visión territorial y ambiental. Este enfoque busca que los egresados sean capaces de generar iniciativas innovadoras que integren la tecnología, la inclusión social y, fundamentalmente, la sostenibilidad.
Las oportunidades de trabajo para el Licenciado en Turismo Sostenible son amplias y diversas, dada la naturaleza “atomizada” del sector, según Guinand. Los egresados estarán capacitados para ejercer la profesión en el ámbito público para asesorar a entes gubernamentales en materia de planificación y formulación de políticas públicas turísticas.
En el sector privado, el campo se extiende desde la administración y operación de empresas de alojamiento, agencias de viajes y tour operadoras, hasta la consultoría y la gestión de proyectos de inversión turística. Un nicho de especial interés será la dirección de proyectos de turismo comunitario, realizado directamente con comunidades locales para poner en valor su patrimonio cultural y natural de forma sustentable.
En palabras de Guinand, la carrera promete ser un motor de cambio para el sector, al formar profesionales con una mentalidad adaptada a las necesidades del siglo XXI.