Amalio Belmonte: La ”toma” de la UCV por sus egresados

Si John Lennon hubiese estado en los campus de la UCV Caracas y Maracay) el miércoles 13 pasado ,  cambiara el condicional de su famosa canción, cuyas letras evocan angustia por la falta de unión para vivir el hoy en paz, y que por ello  puede ser acusado de soñador , es muy posible que agregaría alguna estrofa, con anuencia del   filosofo y sociólogo Elias Canetti, para decir  que en la Casa que vence la sombra ,  el mundo se transformó  en una “masa afectiva” donde :“… gente  que por lo general se ven poco…llegada en diversos contingentes aumenta a saltos la alegría general “. JL , estimulado, por el  ambiente excelso, podría seguir soñando sin sonrojo

Amalio Belmonte, secretario de la UCV

Los egresados asumieron que el  voto, además de un compromiso académico y político:  “fue una noble razón para avivar encuentros y agradecer a nuestra Alma mater”, como lo  expresaba con emoción una psicóloga amiga. Un colega sociólogo soslayó reservas políticas actuales, con sus compañeros de estudio, y entonaba el clásico  ÚÚ… UCV, abrazados, como si estuviéramos  en una de las cientos de marchas de nuestra época estudiantil. 

Ese grado de fraternidad y emoción, se replicó en todas las facultades  y grupos, algún gesto nostálgico se desvanecía y se transformaba en felicidad, cuando cada quien sentía que la capacidad de soñar se mantenía intacta, sólo había que cimentar nuevos sueños, (“Dream on”; ““Don´t Dream is over ”,  )  sobre los que se prometieron cumplir , protegidos por la Casa Docta ,mientras internalizaban la ciudadanía ucevista y  fortalecían su intelecto para iniciar con seguridad  la adultez.  Allí se veían orgullosos, construyendo un sentimiento general para honrarla, por formar parte de la Institución que conmemora 300 años   trascendiendo el umbral del oscurantismo,

Asistieron a los campus de  Caracas y Maracay, por voluntad  propia. No estaban allí  para cumplir obligaciones burocráticas, con listas     y puntos de control, mediante  toldos a manera de   panópticos para cuidar  votos obligados.  El llamado del Alma mater no creo dudas   ni necesitó  órdenes, llegaban impulsados por el acicate de sus conciencias , que no admite nada distinto  a la firme convicción  de un vinculo afectivo, agradecido y  respetuoso, con la tricentenaria Universidad , con la cual desde que  egresamos   contrajimos una deuda impagable.

 Esa masa afectiva, que construyó  un sentimiento general para honrarla, mostraba  que  el espíritu ucevista cincelado en cada uno, está atento para respaldar,  defender y fortalecer su Alma mater. Por ello la democracia interna, la civilidad ucevista y la autonomía universitaria, recibió de miles de sus egresados respaldo generoso y auspicioso.

Así , la  UCV se pobló  de civilidad para celebrar la democracia universitaria y está agradecida de todos sus egresados, independientes de las opciones por las  que pudieran optar, sobre todo si lo hicieron con libre determinación   , con base  en los principios que nos rigen.

“Acuérdense de vivir ”

Impermeables al desaliento

Amalio Belmonte, Secretario de la UCV

Nota :Hoy se realizó un acto de grado para  109 egresados de la Facultada de Humanidades y Educación que merece comentario aparte