Delincuentes saquean edificios nuevos de la ULA núcleo de Táchira

Nuevo ataque contra la Universidad de Los Andes (ULA). Este domingo, 22 de marzo, un grupo vandálico entró a uno de los edificios nuevos del Núcleo Pedro Rincón Gutiérrez de la ULA, en Táchira, y se robaron el cableado, motores y botones de los ascensores de la infraestructura.

Fuente: https://efectococuyo.com / Isabella Reimí

Ornella Gómez, presidenta de la Facultad de Centros Universitarios (FCU) de la ULA, dijo que esta casa de estudios no cuenta con seguridad y está expuesta a la delincuencia.

“No hay resguardo de nuestras dependencias. Hasta ahora (el núcleo de) Táchira ha estado bastante afectado. Desde febrero han incrementado los robos en el núcleo”, comentó Gómez.

La FCU informó,  a través de un comunicado, que desde febrero delincuentes aún no identificados se han llevado rejas de los salones; material de oficina, como papelería y equipos; aires acondicionados, ventanas panorámicas, lámparas fluorescentes, escritorios, sillas, estantes, tuberías y cámaras de seguridad y ayer se llevaron “lo que quedaba” en el edificio E, aseguran en el escrito.

Se roban las tuberías de la ULA Táchira

Despojan a la ULA Táchira de sus rejas

Extraen el cableado en la ULA, Táchira

Sin vigilancia

Los estudiantes exigen al Rector Mario Bonucci que levante las medidas disciplinarias que aplicarían al personal de Vigilancia ULA impedido de ir a sus puestos de trabajo, debido a la cuarentena.

“Desde que empezó la cuarentena no hemos tenido información de otras dependencias. Probablemente hayan sucedido cosas parecidas, pero nuestros vigilantes no cuentan con los recursos para movilizarse hasta las dependencias. A veces no tienen ni para cancelar el pasaje”, reconoció la presidenta de la FCU.

Las clases en todos los núcleos de la ULA están suspendidas hasta nuevo aviso desde el pasado lunes. Solo está abierta la Facultad de Medicina de Mérida, donde se están procesando muestras del coronavirus en el Laboratorio de Microbiología y Parasitología Clínica.

Según registros del Observatorio de Derechos Humanos de la ULA,  se han contabilizado desde 2019 hasta la fecha más de 90 robos en dependencias de la casa de estudios.

Ante la amenaza, los estudiantes intentaron conseguir un camión para llevar los materiales que quedan al depósito de la universidad. Pero no han podido hacerlo, porque solo hay gasolina para las personas que cuentan con salvoconducto.