Fuente: https://www.eluniversal.com / Sofía Torres
La doctora Judith Toro Merlo habla de la telemedicina como una herramienta fundamental, en el marco de la globalización y las reformas sanitarias en el mundo, para el desarrollo de los servicios de atención médica y la docencia en ciencias de la salud.
La médico gineco-obstetra y profesora de la Facultad de Medicina de la Universidad Central de Venezuela, advierte que hay que mirar hacia el futuro y que es hoy, en medio de una pandemia, con medidas de confinamiento social, cuando percibimos con claridad y valor esta modalidad de asistencia.
Toro Merlo asegura que en la cuarentena surgen problemas que se pueden resolver desde la telemedicina, con orientación y soluciones. “Hay situaciones médicas que pueden ser resueltas mediante una llamada telefónica o una consulta on line”», afirma.
Sin embargo, aclara que hay patologías que pueden ser tratadas en consultas telemáticas y otras no. Acto seguido, explica: “¿esto sustituye la consulta presencial?, no, no lo hace, pero ayuda a solucionar eventos sencillos, emergencias en medio de la noche, cuando se limita la movilización, y favorece la prevención”.
En ese sentido, comenta que no es posible controlar a distancia un embarazo, pero “lo que se está haciendo en este momento, es alternar consultas telemáticas y consultas presenciales en deter-minadas edades gestacionales”.
Una responsabilidad con la comunidad
La docente indica que hay países donde la telemedicina no es solo un recurso del Estado, sino que hay sistemas organizados de atención médica que se suscriben a un determinado número de consultas a lo largo del año. Añade que en Venezuela hay iniciativas similares que se han llevado adelante últimamente.
“Los venezolanos somos muy tradicionalistas, queremos estar frente al médico para que nos examine, nos ausculte, nos escuche;, pensamos que así estamos mejor atendidos. Lo grave es que lo creen los pacientes y médicos que todavía se resisten a la telemedicina, porque consideran que hay que tener contacto presencial, porque así nos lo enseñaron”.
Alega, si un niño tiene fiebre, la madre llama al pediatra, quien le indica un tratamiento, hay una teleconsulta, solo hay que oficializar este tipo de prácticas y una forma de hacerlo es desde las universidades, en coordinación con los ministerios de salud, a través de servicios de atención tele-fónica gratuitos para toda la población.
“Las universidades tenemos una responsabilidad de proyección a la comunidad, y podemos cola-borar con las políticas de ejecución del Estado, que con la telemedicina puede hacer promoción de vacunación y prevención de enfermedades”, reiteró.
Llamada SOS
Toro Merlo señala que una vez que se reporta el caso cero de COVID-19 en Venezuela y se im-plementa el confinamiento, como primera medida del Estado, desde La Facultad de Medicina UCV, se iniciaron una serie de trabajos, investigaciones y asesorías para instalar “Llamada SOS, un centro de atención telefónica gratuita. “El objetivo de esta iniciativa es disminuir el número de per-sonas que necesita ir a consulta presencial y ayudar a descongestionar los centros hospitalarios en la emergencia sanitaria”, detalla.
La doctora expone que junto a un equipo multidisciplinario, integrado por ingenieros, comunicado-res sociales y por supuesto, médicos y especialistas, establecieron un protocolo de atención y al poco tiempo se percataron de que las personas llamaban por otras enfermedades distintas al nuevo coronavirus; “eso despertó las alarmas y se tomó la decisión de ampliar el servicio”.
En ese sentido, sostiene que el programa “llamada SOS”, instalado desde el pasado 11 de abril, fue redimensionado y está operativo, a través del número 0212- 313.56.60, para orientar a perso-nas con síntomas o sospechas de COVID-19 o de otras patologías. “A los casos más sencillos se les puede indicar un tratamiento para evitar desplazamientos innecesarios o inmediatos, y a los más severos, la remisión a un centro hospitalario”, precisa.
El call center, recalca, cuenta con 25 líneas telefónicas y 30 médicos egresados de la Facultad de Medicina UCV, disponibles de lunes a domingo, de 8 de la mañana a 6 de la tarde.
Intercambio de experiencias y conocimientos
La profesora relata que la Facultad de Medicina UCV, en alianza con la Universidad de Nuevo México, Estados Unidos, desarrolla el programa de Teleclínicas ECHO, que comprende videocon-ferencias tradicionales en las áreas de pediatría, ginecología e infectología.
“La pandemia conllevó una transformación de estas clases o discusiones con especialistas de otras latitudes, para intercambiar experiencias y conocimientos acerca del nuevo virus. Así nos hemos informado de todo lo que ocurre en el mundo en estas difíciles circunstancias, y ha habido un impacto positivo, porque en cada jornada tenemos más de 200 médicos o personal de salud en general, conectados con nosotros”, agregó.
Dinamismo innovador
Toro Merlo es enfática al manifestar que cada universidad debe tener una plataforma de telemedi-cina para la asistencia de los venezolanos, pero también para la educación en estudios médicos.
Dice que no todas las clases deben ser en aula física, y que tampoco se pretende eliminar la rela-ción presencial médico -paciente de la formación de los estudiantes de medicina, pero sí se pueden impartir a distancia materias genéricas. Ello, apunta, contribuiría a paliar algunos problemas: el descongestionamiento de los salones de clases y las dificultades que suponen los traslados de alumnos y profesores.
Para Toro Merlo la educación a distancia se traduce en un dinamismo innovador que favorece a toda la comunidad universitaria.
