En la asamblea general de trabajadores de la USB, convocada por Sutes y realizada esta mañana, el gremio solicitó a las Autoridades Rectorales, presentes en la reunión, declarar a la Universidad en emergencia financiera y administrativa ante la falta de respuesta de los organismos gubernamentales sobre sus solicitudes en cuanto a uniformes, implementos de seguridad, precarización de sueldos, transporte, seguro médico, entre otros.

 

 

 

Gabriel Mendoza, secretario general de Sutes, y Autoridades Rectorales.

 

 

 

 

Fuente: Prensa USB


 

La vicerrectora administrativa encargada, Mariella Azzato, ratificó el compromiso de las Autoridades de respaldar la demanda de los trabajadores, y los acompañarán en sus reclamos al Ministerio de Educación Universitaria y a cualquier otra instancia.

 

 

Expresó que “la situación de los trabajadores es insostenible”, y que el Estado es responsable, al ser la USB una universidad pública, de proveer lo necesario para que puedan realizar sus labores, pero desde 2017 ninguna gestión administrativa sobre uniformidad e implementos de seguridad ha obtenido respuesta. “Un par de botas para los jardineros cuesta 65 dólares, son 40 jardineros entre las dos sedes, y 180 obreros en total que también deben tener el calzado apropiado. ¿De dónde obtiene la USB los recursos para comprarlas, si depende en 98% de los recursos del Estado?”

El rector encargado y vicerrector académico interino, Luis Holder, informó que esta tarde se realizará una sesión extraordinaria del Consejo Directivo “para analizar la situación de los trabajadores y tomar decisiones” que comenzarán a ejecutarse “a partir de mañana”.

Igualmente, adelantó que se reactivará la Comisión Permanente de Evaluación de la Gestión Institucional (http://www.cpyd.usb.ve/node/15), ya que, en su opinión, la USB necesita avanzar con “planificación, claridad y sabiduría”.

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