Centro Cultural UCAB inauguró primera exposición artística apoyada en realidad virtual
«El sin sentido del sentido», de la arquitecto venezolana Belinda Celta, sumerge al espectador en temas como la memoria y la desmemoria a través de fotografías, videos, una caja kinestésica y tecnología de realidad aumentada. Estará abierta al público caraqueño hasta el mes de mayo
El sin sentido del sentido podrá visitarse hasta el mes de mayo en el sótano del Centro Cultural UCAB, ubicado en el campus Montalbán, de lunes a viernes de 8:00 am a 5:00 pm. La entrada es libre.
Fuente: Prensa UCAB
En los espacios del sótano del Centro Cultural UCAB hay un conjunto de salas cuya razón de ser es exponer obras de arte contemporáneo. Desde el 2 de febrero, bajo la curaduría de Humberto Valdivieso, el trabajo de la artista visual y arquitecto Belinda Celta se expone en dos de ellas. Esta muestra, además de ser una profunda y sensible reflexión personal de la autora, es la primera en Venezuela en utilizar equipos de realidad aumentada en el ámbito plástico.
El sin sentido del sentido expresa, a través de cuatro medios diferentes, una propuesta que habla, entre otras cosas, sobre la memoria y la desmemoria. Una decena de fotogramas, una caja musical kinestésica, seis equipos que presentan la realidad aumentada -ubicadas en la Sala experimental- y un videoarte en la Sala de inmersión digital permiten que el visitante sienta el arte que propone la creadora caraqueña. Se trata de un mundo donde los opuestos: blanco, negro, luz, oscuridad, memoria, olvido, vacío y lleno, se encuentran en un lenguaje integrado.
Durante la inauguración estuvo presente el equipo del centro cultural, dirigido por Mabel Calderín, pero además, invitados del Centro de Investigación y Formación Humanística (CIFH), el Centro de Estudios en Línea (CEL) y Awa Cultura. Acompañaron también personalidades del mundo del arte venezolano como el crítico Víctor Guédez, el director de Prodiseño, Jaime Cruz, y los artistas Samuel Baroni, Víctor Hugo Irazábal, Abilio Padrón y otros más.
«Estamos muy contentos con su propuesta. Para nosotros es un honor recibirla acá y sabemos que será bien recibida por todo el público. Muestra de ello es el grupo de invitados que nos acompaña hoy», puntualizó Calderín.
Por su parte, Valdivieso -quien además es doctor en Filosofía, investigador del CIFH y licenciado en Letras- expresó su emoción al recibir la obra de la artista en la universidad. «Para nosotros es una gran satisfacción. Belinda es una artista consecuente, trabajadora que ha desarrollado su propio lenguaje y ha hecho presencia extraordinaria en la plástica venezolana. Es una artista al 100% e investigadora y es una de las cosas más importantes para nosotros acá», dijo.
DE LOS SENTIMIENTOS A LA MATERIA, EL PROCESO DE CELTA
Comentó la artista que desde que era muy pequeña siempre tuvo en sus manos un pincel, un color, cualquier elemento que le permitiera plasmar en un papel lo que sentía. Estudió Arquitectura en la Universidad Central de Venezuela, pero nunca abandonó esa pasión que -de acuerdo con Valdivieso- le permitió formar su propio lenguaje artístico.
«Este es mi medio de expresión. Soy arquitecto y hago mis trabajos en la virtualidad, fue un paso fácil. También estoy apegada a lo matérico. La obra parte de un collage con la firma de mi mamá deconstruida. También que, en un momento de su proceso de desmemoria, escuché en la radio que las imágenes de resonancia magnética de la persona que va perdiendo la memoria se van poniendo oscuras. Ahí me vino el clic de hacer este trabajo: blanco, negro. Hay cosas de la enfermedad que no tienen sentido, también por eso el título de la obra; es un proceso difícil que yo transformo en el hecho artístico», sentenció Celta.
Para Celta la obra no tiene fin, pero tampoco lo tiene para el público, quien incluso desconociendo la historia de la artista y el trasfondo de la obra, es capaz de darle un sentido particular; de interpretarla, reinterpretarla con cada visita y, además, sentir.
«Es una experiencia nueva, diferente, maravillosa. Y para un joven es un disfrute porque es la conexión con la innovación, pero espero también que cuando conozcan la obra la vivan. La obra es muy abstracta, quería crear algo que te sacara de contexto, pero que te conecte con la situación particular que es muy íntima. He sentido mucha receptividad. Quiero que el espectador se emocione, que lo atrape», agregó la arquitecto.
UNA INDIVIDUAL NECESARIA
Belinda Celta participó en la colectiva El cálculo de las proporciones, celebrada en la UCAB en el año 2019, y en aquella oportunidad obtuvo una mención de honor. Luego, en el año 2022 se llevó a cabo el 2do Salón Virtual Incubadora Visual (en alianza con la UCAB y otras instituciones) donde, nuevamente, obtuvo mención honorífica. Entonces, para Humberto Valdivieso el paso natural era darle espacio en la universidad para apreciar la obra de Celta de manera individual.
De acuerdo con el curador, esta exposición forma parte, además, de la investigación en cultura visual que realiza el CIFH de la mano con el centro cultural. Desde allí se abordan, dijo Valdivieso, temas como el transhumanismo, tecnologías del ser humano y los nuevos vínculos de lo digital con la vida.
«La experiencia es tangible. Estamos acostumbrados a que es lo meramente físico, pero aquí Belinda nos muestra que la experiencia en sí misma, incluso lo invisible, lo que se está desvaneciendo que es la memoria, es algo tangible. Tanto que nos afecta nuestra vida. eso tan abstracto que es la conciencia que se ha discutido en filosofía por milenios es tangible. La vida es una experiencia real y esto digital es igual a eso. Es una experiencia visible y a veces invisible», señaló Valdivieso.