ULA-Trujillo opta por reincorporación laboral progresiva, clases siguen siendo virtuales

Ante el reinicio de actividades presenciales de tres días durante semanas flexibles convocadas desde el Consejo Universitario, el Nurr, la ULA en Trujillo, opta por una reincorporación laboral progresiva, considerando las condiciones externas e internas, así
como las inquietudes del conglomerado ulandino y la necesidad de aupar esfuerzos a favor del rescate de la academia.
El Consejo Universitario exhortó a laborar de forma presencial tres días en
semanas flexibles
Fuente: ULA-Trujillo
El pronunciamiento lo hizo el decano vicerrector encargado, Geovanny Castellanos, quien emplaza a los trujillanos a luchar por el Nurr, uno de las más importantes referentes educativos regionales que en la actualidad está cobijado por problemas.
Para el profesor otras de las banderas izadas son el diálogo, la participación activa, respetar
las decisiones del máximo cuerpo deliberante ulandino, al igual que las tomadas en
Asambleas gremiales, pero sobre todo manifestar una verdadera querencia hacia el Núcleo
Trujillo, es decir, ir a los hechos no dejar los anhelos o proyectos en palabras.
Panorama vigente
Varias áreas de la principal sede de pregrado, la Villa Universitaria, tienen semanas sin
electricidad. Se espera que en los próximos días personal de Corpoelec realice la inspección
y reparaciones correspondientes para restablecer el sistema de luz artificial, aunado al
arranque del sistema de bombeo y así suministrar el preciado líquido a los Edificios,
Módulos, entre otros espacios universitarios.
En entrevista con Prensa Nurr, Castellanos desglosó en tres vertientes la realidad rangeliana
e invitó a analizarlas para buscar soluciones desde distintos sectores. La primera alude a “la
parálisis institucional en la mayoría de las dependencias debido a los efectos de la
pandemia por Covid-19, tomando en cuenta el decreto de cuarentena nacional desde marzo
2020, sin embargo, la virtualidad ha permitido avanzar en diversos aspectos y abrir campo
al teletrabajo”.
En segundo lugar destaca “la ausencia de servicios básicos en las sedes de la ULA-Trujillo,
con énfasis en la Villa Universitaria y Casa Carmona, lo cual interfiere en el desarrollo
normal de actividades docentes, administrativas y de investigación. La fallas de agua
potable, electricidad, transporte e internet son lamentablemente constantes”.
Y en tercer orden señala “la coyuntura estructural venezolana, también ligada al déficit de
servicios públicos, bajos salarios, inflación, merma hospitalaria, dificultades
agroalimentarias, inseguridad, delincuencia, entre otros. En el marco de la situación país, la
asignación de presupuesto a las universidades autónomas prácticamente se desvaneció
perturbando el pleno funcionamiento de múltiples recintos”.
Cada punto ha dejado una huella en el Nurr, por consiguiente expresó que “urge acudir a la
universidad, ser solidarios con ella, reincorporarse a las actividades, cooperar, superar
conflictos, desigualdades y desequilibrios”.
Labores en pandemia
El vicerrector precisó que durante la pandemia el Nurr ha proseguido, pese a las
adversidades, períodos académicos especiales virtuales hasta consolidó recientemente un
Curso Intensivo, gracias al compromiso docente y estudiantil.
Aprovechó para reconocer del mismo modo la labor de los vigilantes, quienes cumplen sus
funciones sorteando cualquier vicisitud, siempre pensando en el bienestar de la alma mater.
A quienes asistan a las sedes del Nurr, les recomienda usar tapaboca y, si es de su agrado,
careta facial, asimismo, llevar alcohol o gel antibacterial, como medidas contra el
coronavirus. PRENSA ULA-NURR / Gilcely Linares (CNP 15.221) / Foto: Carlos
Cegarra